jueves, 10 de junio de 2010

Los efectos psicológicos del desempleo

  • Lo más usual es una sensación de derrota y fracaso.
  • Los efectos son diferentes entre jóvenes y mayores.
  • Los especialistas recomiendan animar y no compadecerse del afectado.

La pérdida de empleo es generalmente abordada desde el punto de vista económico, pero más dramático puede llegar a ser si se analiza desde el psicológico. En ocasiones, y pese a que los ingresos de la persona que pierde el empleo estén asegurados, quedarse en el paro puede ser demoledor.

Así lo explica José Buendía, profesor de Psicopatología de la Universidad de Murcia, en su libro El impacto psicológico del desempleo, cuyas conclusiones resumen en Consumer.es.

Perder el empleo puede resultar destructivo para la personalidad

Lo más usual es la sensación de derrota y fracaso. Tener un empleo es una "expectativa social y cultural desde la infancia, reforzada a través de los años en la escuela, la familia...", explica Buendía. Además, el trabajo tiene una serie de funciones que se pierden. Funciones no sólo manifiestas como es el salario, sino también latentes, ya que el empleo supone imponer una estructura de tiempo, implica experiencias compartidas y relaciones personales más allá de la familia, lleva al individuo a alcanzar metas más allá del propio yo, determina y clarifica un estatus social y una identidad personal y requiere de una actividad cotidiana y habitual. Perder o carecer de esto puede resultar destructivo en la personalidad del sujeto que pierde un trabajo.

Uno de los impactos psicológicos destacados por Buendía es el llamado 'síndrome de la invisibilidad', por el que la persona sin empleo siente que no le ven, que no forma parte de un mundo (el mercado de trabajo y el engranaje productivo) que no deja de funcionar a su alrededor, pero del que no forma parte. Se agrava cuando la persona no pide ayuda por vergüenza u orgullo.

Diferencias por edades

Los efectos psicológicos de no tener trabajo son distintos entre jóvenes y mayores.

En el primer grupo, prolongar la dependecia de los padres tiene consecuencias adversas de muchos tipos: desde un aumento de agresividad del sujeto, hasta el aumento de la pasividad, la depresión, reducción de la capacidad para relacionarse con personas o búsqueda de otras vías de socialización, como la delincuencia. Al final, repetidos fracasos en la búsqueda de empleo suelen acabar en apatía, vergüenza ante allegados y resignación, incluso en un sentimiento de culpabilidad al pensar que es uno mismo el principal responsable de la situación. En muchos casos, esa apatía se traduce en pasar largas temporadas en casa, dedicando la mayor parte del tiempo a ver la televisión o escuchar música dando de lado a la búsqueda activa de trabajo.

Generalmente se llega a un sentimiento de culpabilidad y gran sensación de vacío, pero en jóvenes y mayores se sufre de forma diferente

En el caso de personas con más edad se pasa por varias fases: shock (sorpresa, desorientación y miedo), creencia de que se trata de un periodo vacacional (por no interiorizar que se han quedado sin trabajo), hiperactividad en el hogar (se hacen cargo de aquellos arreglos pendientes en casa), ansiedad e irritabilidad (ante repetidos fracasos al buscar empleo), hasta trastornos psicofisiológicos. Al final, como en el caso de los jóvenes, aceptan su condición de desempleados, pero como un fracaso personal y social. Esto desemboca en largas temporadas en casa, dormir más horas de lo habitual y una gran sensación de vacío. Dependiendo de la salud de la persona y el estilo de vida que lleve, existe el riesgo también de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

¿Qué hacer o decir con un desempleado?

Este especialista ve muy importante no transmitir lástima ni ser caritativo con el desempleado. Debe percibir un mensaje en el que entienda que es una situación transitoria hacia otro trabajo. Mientras tanto ha de forzársele a mantener una actitud denominada como 'de las 3 C's': combativa, comprometidad y controlada (control de la situación).

Leído en 20minutos

martes, 8 de junio de 2010

Se necesitan mil enfermeras más

El Sindicato de Enfermería reclama a Osakidetza un aumento de la plantilla para poder hacer frente a las nuevas demandas

El envejecimiento de la población, la ampliación de la cartera de prestaciones, la puesta en marcha del programa de atención a pacientes crónicos... El Sindicato de Enfermería de Euskadi (Satse) ha exigido a Osakidetza que incremente la plantilla en mil profesionales para poder atender las demandas laborales de un colectivo cuyo protagonismo será cada vez mayor en el entramado sanitario vasco al tener que asumir nuevas funciones como la enfermería de enlace -encargada del seguimiento y control de los pacientes con patologías incurables- o el refuerzo de la asistencia domiciliaria.
La central entiende que es «de justicia» que si aumentan las cargas laborales también se incremente el número de trabajadores. «De otra forma, las profesionales se verían desbordadas, ya que deberán atender las nuevas demandas con el mismo personal», advirtió la responsable del sindicato profesional, Encarna de la Maza. Tras reclamar una «mayor autonomía profesional», la central también ha pedido a los responsables del Servicio Vasco de Salud que se «consoliden» todas las plazas de enfermería que llevan un mínimo de tres años dando cobertura a nuevas prestaciones o al incremento de la actividad al entender que «se trata de puestos necesarios para ofrecer y asumir los cuidados demandadas por la sociedad», señalaron fuentes sindicales.
En cualquier caso, sólo para igualar la media europea, que fija en ocho las enfermeras por cada mil habitantes, haría falta contratar a más de 3.000 profesionales. En la actualidad el colectivo está formado por cerca de 10.300 trabajadoras, casi un tercio de la plantilla del Servicio Vasco de Salud. «La profesión se encuentra en un momento decisivo en el que se espera que las enfermeras desarrollen su trabajo abarcando nuevos espacios laborales y profesionales -atención a crónicos, refuerzo de la asistencia domiciliaria, funciones pedagógicas...- que no se pueden atender con los recursos actuales», insistió Encarna de la Maza.
La central cifra en 60.000 el número de enfermeras que se necesitarían contratar en el conjunto del país para «poder atender la demanda generada como consecuencia del envejecimiento de la población». El sindicato celebra hoy el Día Internacional de la Enfermería con la celebración de una jornada dentro del 'VII Foro por la Igualdad de Mujeres y Hombres' organizado por Emakunde en Bilbao. El Satse abordará las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral de un colectivo «en el que seis de cada diez trabajadores trabaja a turnos».

Leído en Elcorreo.com