Si vas al médico y una charla no te tranquiliza, si cada vez que te duele algo buscas desesperadamente información en Google. Quizás te crea ansiedad la espera o el tiempo sobre "tu dolencia". Si has llegado a obsesionarte por el miedo a morir. Si en el trabajo la constante preocupación por tu salud te causa mucho estrés y te es difícil concentrarte. ¡Ay, mi hipocondriaco!
La negativa a aceptar las explicaciones por diferentes médicos que tras los síntomas no se esconde una enfermedad o anormalidad somática es un signo de la hipocondría, sumado a: neurosis hipocondriaca, nosofobia, tanatosfobia entre otros trastornos. ¿No es mejor ser feliz y aceptar el destino?
La negativa a aceptar las explicaciones por diferentes médicos que tras los síntomas no se esconde una enfermedad o anormalidad somática es un signo de la hipocondría, sumado a: neurosis hipocondriaca, nosofobia, tanatosfobia entre otros trastornos. ¿No es mejor ser feliz y aceptar el destino?
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