lunes, 3 de mayo de 2010

«Deberé ir al psiquiatra toda mi vida»

Trabajó un tiempo como periodista, pero para este libro ha recibido ayuda. ¿No pudo llegar a escribirlo?
– La idea del libro fue distinta. Fui a ver al editor porque quería contar casos que habíamos recibido en la asociación, y me dijo que eso no entraba en su línea. Me preguntó entonces qué quería y, cuando le dije que hablar del incesto, me planteó que contara mi caso y así se sabría lo que sucede. Pero para mí era un gran sacrificio escribir todo eso.
– ¿Necesitaba distancia?
– Sí. Contarlo ha sido tan duro que no me imagino escribirlo. Estoy demasiado implicada. Pero me lo he tomado como un acto de militancia, como una manera de hacer avanzar las cosas. Desde luego, no ha sido una forma de curarme. Podría decir, incluso, que durante un tiempo mi psiquiatra trabajó el doble. Pero con este libro he conseguido que arranque un cambio legal en Francia. Me doy por satisfecha.
– ¿Qué ha sentido al leer la versión final?
– Lo he leído como si fuera la historia de otra persona. Cuando vi el manuscrito, fue un ‘shock’. Grité a la periodista que lo escribió, le dije que era horroroso... luego me calmé y le pedí disculpas. Lo he leído dos veces antes de su publicación, y no lo he vuelto a mirar.
– ¿Sigue yendo al psiquiatra?
– Sí, tengo un trastorno bipolar y eso no se cura, así que tendré que ir a sesiones y tomar la medicación toda la vida. También voy al psicólogo aunque ahí hago el trabajo por escrito. El problema es que soy incapaz de cuidar de mí misma, de disfrutar de algunas cosas. Pero no pierdo la esperanza de lograrlo.
– ¿Echa en falta alguna iniciativa de la UE sobre el incesto? Las hay sobre tantas otras cosas, como los derechos de los animales en las granjas...
– Sí y no. Habría que hacer cosas a nivel europeo, pero luego cada país es distinto:tienen culturas diferentes, composiciones étnicas muy diversas, la religión pesa más o menos en cada uno, la familia se concibe de distinta manera... Hay que hacer que Europa obligue a los países a ocuparse del asunto. Es preciso dar nombre al tabú para poder combatirlo. Si un país mostrara el camino, otros le seguirían.

Visto en : Elcorreodigital.com

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