Según los estudios demográficos se calcula que en nuestro país en el año 2020 la proporción del número de ancianos será del 20-25%. Este envejecimiento de la población comporta un incremento notable de las enfermedades ligadas a la edad, donde se incluyen los procesos neurodegenerativos. Se ha sugerido que la Reserva Cognitiva es un mecanismo que vincula los niveles educativos bajos con un riesgo mayor de padecer un proceso neurodegenerativo
La reserva cognitiva (RC) es un mecanismo que vincula los niveles educativos bajos con un mayor riesgo de padecer un proceso neurodegenerativo. La reserva, o la habilidad del cerebro para tolerar mejor los efectos de la patología asociada a la demencia, puede ser el resultado de una habilidad innata o de los efectos de las experiencias vividas, tales como la educación o la ocupación laboral (Manly, Touradji, Tang y Stern, 2003). Siguiendo esta línea, la reserva cognitiva se considera como un mecanismo activo basado en la aplicación de los recursos aprendidos gracias a una buena educación, profesión o inteligencia premórbida (Stern, Albert, Tang y Tsal, 1999).
Otros autores sugieren el término “reserva cerebral” para hablar de ideas más pasivas de reserva, basándose en características propias del individuo tales como el tamaño cerebral, el número de neuronas o la densidad sináptica que ayudan a compensar posibles enfermedades degenerativas del Sistema Nervioso Central (SNC).
Fuente: Anales de psicología, 2004, vol. 20, nº 2 Universidad de Murcia
Marina Rodríguez Álvarez (1) y Juan Luis Sánchez Rodríguez (2)
(1) Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología. Facultad de Psicología. Universidad de Santiago de Compostela
(2) Departamento de Psicología Básica, Psicobiología y Metodología de las C.C. Facultad de Psicología. Universidad de Salamanca
La reserva cognitiva (RC) es un mecanismo que vincula los niveles educativos bajos con un mayor riesgo de padecer un proceso neurodegenerativo. La reserva, o la habilidad del cerebro para tolerar mejor los efectos de la patología asociada a la demencia, puede ser el resultado de una habilidad innata o de los efectos de las experiencias vividas, tales como la educación o la ocupación laboral (Manly, Touradji, Tang y Stern, 2003). Siguiendo esta línea, la reserva cognitiva se considera como un mecanismo activo basado en la aplicación de los recursos aprendidos gracias a una buena educación, profesión o inteligencia premórbida (Stern, Albert, Tang y Tsal, 1999).
Otros autores sugieren el término “reserva cerebral” para hablar de ideas más pasivas de reserva, basándose en características propias del individuo tales como el tamaño cerebral, el número de neuronas o la densidad sináptica que ayudan a compensar posibles enfermedades degenerativas del Sistema Nervioso Central (SNC).
Fuente: Anales de psicología, 2004, vol. 20, nº 2 Universidad de Murcia
Marina Rodríguez Álvarez (1) y Juan Luis Sánchez Rodríguez (2)
(1) Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología. Facultad de Psicología. Universidad de Santiago de Compostela
(2) Departamento de Psicología Básica, Psicobiología y Metodología de las C.C. Facultad de Psicología. Universidad de Salamanca
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